La ratio deuda-capital es un indicador importante para medir el apalancamiento financiero de una empresa. Revela la relación proporcional entre los fondos proporcionados por los acreedores y los fondos proporcionados por los accionistas en la composición de los activos de una empresa. Una ratio deuda-capital más alta significa que una mayor parte de los fondos de la empresa proviene de la deuda, lo que puede aumentar el riesgo financiero de la empresa porque la empresa necesita pagar intereses y asumir obligaciones de pago. Cuando la rentabilidad de una empresa disminuye o enfrenta una presión económica a la baja, un mayor nivel de deuda puede llevar a un mayor riesgo de incumplimiento. Por el contrario, una ratio deuda-capital más baja significa que la empresa se basa principalmente en sus propias operaciones de capital, tiene una estructura financiera más robusta, una mayor capacidad de pago de deudas y derechos de acreedor relativamente más seguros. Sin embargo, en la aplicación real, es necesario analizarla en combinación con las características de la industria y las circunstancias específicas de la empresa. El nivel razonable de esta ratio varía mucho entre las diferentes industrias.