La tasa de crecimiento trimestral de los activos totales refleja el cambio en los activos totales de la empresa en el trimestre más reciente, y es un indicador importante para medir las capacidades de expansión a corto plazo y las condiciones operativas de la empresa. Generalmente, las empresas que crecen rápidamente a corto plazo pueden atraer la atención de los inversores, lo que lleva a un aumento de los precios de las acciones. Sin embargo, a largo plazo, las empresas sobreexpandidas pueden enfrentar la presión de los riesgos operativos y la disminución de los rendimientos. Estudios empíricos han demostrado que el crecimiento de los activos a largo plazo (por ejemplo, cinco años) está correlacionado negativamente con los rendimientos futuros de las acciones, lo que puede deberse a que las empresas que se expanden a largo plazo pueden enfrentar problemas como el aumento de las dificultades de gestión y la reducción de la eficiencia en la utilización de los recursos. Las tasas de crecimiento de los activos a corto plazo (trimestrales o anuales) pueden estar correlacionadas positivamente con los rendimientos futuros, lo que puede deberse a la búsqueda del mercado del crecimiento del rendimiento a corto plazo. Por lo tanto, en las estrategias de inversión cuantitativa, este factor debe utilizarse en combinación con otros factores y debe analizarse en combinación con el entorno de mercado específico y los fundamentos de la empresa. Al mismo tiempo, el peso del factor debe ajustarse dinámicamente de acuerdo con el período de tenencia de la estrategia.