El crecimiento anual de la plantilla mide el cambio relativo en el tamaño de la fuerza laboral de una empresa durante el último año. Estudios empíricos de este indicador muestran una correlación negativa entre un mayor crecimiento de la plantilla y menores rentabilidades futuras de las acciones. Esto puede reflejar la disminución de la eficiencia operativa y el aumento de los costos de gestión cuando las empresas se expanden en exceso, así como un posible exceso de optimismo durante los períodos de rápida expansión. Por lo tanto, este factor a menudo se considera un factor de reversión más que un factor alcista directo. En los modelos cuantitativos, debe utilizarse con precaución y combinarse con otros factores fundamentales o técnicos para una consideración exhaustiva.