El ratio de efectivo rápido refleja la capacidad de una empresa para pagar sus pasivos corrientes directamente con efectivo y equivalentes sin depender de las ventas u otra realización de activos. Un ratio de efectivo rápido más alto generalmente indica que la empresa tiene una mayor capacidad de pago de deuda a corto plazo y un menor riesgo de liquidez. Los inversores y acreedores suelen prestar atención a este ratio para evaluar la solidez financiera de la empresa a corto plazo. Este ratio es particularmente adecuado para evaluar la capacidad de pago de la deuda de empresas cuyos activos corrientes son fáciles de depreciar o difíciles de realizar rápidamente en efectivo, como las empresas con una gran proporción de inventario. Cuanto más alto sea el ratio, mayor será la capacidad de pago de la deuda a corto plazo de la empresa y menor el riesgo financiero, pero un ratio excesivamente alto también puede significar que la empresa no ha aprovechado al máximo el efectivo para la inversión o la expansión, lo que resulta en un menor rendimiento del capital. Por lo tanto, al evaluar este ratio, es necesario tener en cuenta el promedio de la industria y las propias características operativas de la empresa.