El efecto de reversión a medio plazo se basa en el sesgo psicológico de los inversores a reaccionar de forma exagerada a la información a corto plazo, lo que provoca que los precios de las acciones se desvíen de los valores razonables a corto plazo. Esta valoración errónea se corregirá gradualmente con el tiempo, creando así una oportunidad de reversión. La idea de construir este factor es medir el rendimiento histórico de las acciones calculando sus rendimientos acumulados durante el período pasado (aquí, desde el mes t-59 hasta el mes t-12). Si una acción tiene un rendimiento deficiente en el período mencionado (rendimiento acumulado bajo), puede haber una oportunidad de reversión para la acción en el futuro, es decir, el precio de la acción puede subir en el futuro; por el contrario, si la acción tiene un buen rendimiento en el período anterior (rendimiento acumulado alto), puede enfrentar el riesgo de caer en el futuro. Por lo tanto, al tomar posiciones largas en acciones que tuvieron un rendimiento deficiente en el período anterior y posiciones cortas en acciones que tuvieron un buen rendimiento en el período anterior, los rendimientos excesivos que genera esta reversión a medio plazo pueden capturarse hasta cierto punto.